martes, 18 de diciembre de 2007

Historia de un idiota contada por él mismo




Yo - "No me cabe la menor duda de que tú y yo somos Uno, pero no tengo la certeza de que tú no seas Otro."

Ella - "Estoy convencida de que tú y yo somos Uno, pero me pregunto si se tratará del mismo Uno."



domingo, 9 de diciembre de 2007

tortura personal

Una de las cosas más horribles que se te pueden pasar por la cabeza es que sea la primera vez que te enamoras como te has enamorado y la persona de la cual lo estás ya se haya enamorado así antes.

Soy una persona melodramática y negativa a más no poder, y ésta es una de las múltiples cosas que me encanta pensar.

Como que voy a estar 20 días sin verle y cualquier chica puede aparecer.

Llevo tan mal las cuentas atrás y los días separados...

Yo me torturo sola.

martes, 4 de diciembre de 2007

T

Alberto tenía 27 años. En todos los años que había vivido en esa ciudad nunca habíamos coincidido, y le conocí un fin de semana que estaba de visita, viendo a mi gente.

En ese momento yo estaba sola, hacía unos meses que D me había dejado y ningún hombre ocupaba mis pensamientos.

Aquello fue un flechazo. No amor a primera vista, química a primera vista.

No pasó nada aquella noche, tonteamos un montón, pero nada más, me quedé con ganas de volver a verle.

Pasaron los meses, no recuerdo si volvimos a encontrarnos, creo y supongo que sí, pero hasta semana santa no llegamos a volver a tener una noche de ligoteo.

Recuerdo el día que llegué a la ciudad, ÉL se había ido a su ciudad, con su novia.

Fui al bar donde siempre se producían nuestros encuentros, le vi, pero me fui a hablar con otra gente. Estuve un rato haciendo como que no le había visto hasta que me tiró una chapa. Sí, como animales.

Entonces fui a saludarle, hablé unos minutos con él y volví a irme. Esa noche no volví a ese bar, la tela de araña ya estaba trazada.

Unos días más tarde era la fiesta de cierre del bar, iban a tirarlo por cuestiones de licencias y en dos años volvería a abrir. Yo tenía mucha relación con ese bar, sus dueños y la gente que lo frecuentaba, y paraba allí desde hacía años.

Quedé con dos amigos y fuimos prontito a agotar todo el alcohol que quedaba y los bidones y bidones que se habían comprado para la ocasión. Todo por cuenta de la casa.

Unas horas después apareció.

Él era bastante amigo de mis amigos, el deporte hace amigos, y el alcohol acaba de unir lo que el resto de cosas no puede.

Fue una gran noche, la recuerdo con mucho cariño. La compañía era perfecta, la música buena como siempre, y la cerveza pues es la cerveza.

Tras strepteasse encima de la barra por parte de mis amigos ( gracias a Dios yo estaba en el baño, que mi intención era la de subir con ellos...) empezó a llover sidra achampanada. Un clásico.

Entonces yo decidí ir al baño, de camino vi que él venía de allí, nos íbamos a cruzar y de repente la luz se apagó.

Me besó.

Realmente no me gustó demasiado su forma de besar, demasiado brusca, basta, pero me gustó que me besara.

Las luces volvieron y seguimos besándonos.

La noche siguió, pero en un momento que estábamos todos fuera me dijo que si nos íbamos.
Por supuesto dije que sí.

Cogimos un taxi y fuimos a la casa de la novia de un amigo suyo que nos dejó las llaves de su loft.

Era una casita súper agradable, y entonces descubrí que él también era fan de Kiss Fm.

Hablamos de millones de cosas y practicamos sexo durante horas. El día siguiente me fui y unos meses después perdí el móvil y su número.

Cuando volvimos a encontrarnos me echó en cara que no le hubiera avisado, pero yo no tenía ya su móvil.

Y no crea que vuelva a tenerlo.