Al poco de llegar a la ciudad de D conocí a mi grupo de amigos.
Esa misma noche D II me besó.
D II era un chico súper guapo, cariñoso, atento...y yo le gustaba tanto como él a mí. Pero éramos iguales.
Los dos habíamos salido escaldados de otras relaciones y el tiempo que estuvimos juntos fue tan bonito como horrible.
Realmente se portó como un auténtico capullo de 16 años (tenía 22) y a día de hoy, cuando se emborracha me pide perdón durante horas. También ahora somos buenísimos amigos.
la cosa no funcionó.
Y un mes más tarde, llegó ÉL.
Al principio pensé que era imbécil, no dejaba de meterse conmigo (sí, estábamos como niños de 14...) y soltarme cosas nada agradables.
Y me encantó.
Y después de un mes de tonteos, me besó.
Todo muy bonito, hasta que volviendo a casa a las 9 de la mañana me contó su secreto; tenía novia.
¡BRAVO! Lo mío era suerte.
Llegaron las vacaciones de Navidad, él se fue a su ciudad y yo volví a la mía.
Y en enero, volvió.
Y empezó todo.
Me acuerdo de la primera noche que dormí en su casa.
De una noche que fui a cuidarle.
Y sobre todo recuerdo no poder parar de pensar en su novia y estar constantemente evitando el tema.
"así estoy bien"
pasan los meses, con nuestra no-relación. Llega semana santa, me olvido, se acaba, vuelta a la ciudad de D y un sms esperando.
Ya no está con su novia.
Pero todo va a peor.
Y peor
Y peor...
En junio se acabó. Y dos semanas después besó a mi mejor amiga.
Hombre I, Hombre II, Hombre III (ains), Hombre IV (aaaaaaains) y se acabó el verano.
¡Qué verano! ¡Qué bien me lo pasé! Y vuelta a la rutina.
Sin él, sin nadie.
Follamigo.
Navidad.
Vuelta a empezar.
Fue el primer finde después de las vacaciones. Ella dice que recuerda perfectamente que esa noche sabía que iba a pasar algo. Que estábamos tonteando un montón. Yo no recuerdo nada porque estaba increíblemente borracha.
Volvíamos a casa. Fue muy raro, porque cogió el camino más largo para volver a la suya, mi camino. Él y yo.
Cuando yo ya me iba me lo dijo.
"Fui un imbécil. Me encantas. Vete ya por favor, si no te vas no voy a poder evitar besarte..."
Y yo no me fui. Y le acompañé a casa. Porque soy una ñoña. Y en realidad no había nada que me apeteciera más que que me besara.
De eso hace ya 10 meses.
Y todos los fines de semana sigo acompañándole a casa.
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5 comentarios:
Ese chico tiene mucha suerte de que lo acompañes cada fin de semana, espero que pronto se de cuenta, me gusta lo que escribes, animo y enhorabuena por el blog
Muchísimas gracias.
Pensé que todo se quedaría en una tontería sin un solo lector, me encanta que te guste :)
HIja, por diosyporlavirgendelantiguohimen, qué vida. Y yo que no "perdí la virginidad" hasta los 17...
snif snif qué bonito
qué suerte tienen algunos.
echo de menos los inicios, pero es que después de 5 años ya no hay nada que empezar.
Eres un poco Carrie, no crees?
Hace unos días me lo estaba planteando...de los Bradshaw de toda la vida.
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